Custodia de hijos Régimen de visitas
Cada vez más, uno de los miembros de la pareja solicita la custodia compartida mientras que el otro suele preferir tener la guarda y custodia en exclusiva. Esto hace que sea muy difícil llegar a un acuerdo entre las partes.
Nuestras investigaciones se centran en aportar pruebas válidas que influyan en la decisión del Juez, tratando de presentar indicios sólidos y pruebas irrefutables, con el fin de determinar cual de los dos padres es el adecuado para hacerse cargo de la custodia de los menores.
Cuando uno de los padres tiene la sospecha o la certeza de que el otro no está llevando los términos del Auto Judicial de la manera correcta es cuando investigamos para obtener pruebas sobre esos incumplimientos. En otras ocasiones verificamos si existe un trato correcto al menor por parte de su otro progenitor en base a la conducta que tiene con el niño. Una vez finalizada la investigación es posible que pueda solicitar la revisión del régimen de visitas o que se modifique cualquier otro apartado del convenio regulador.
En todo lo expuesto anteriormente las pruebas obtenidas por los Detectives Privados son un elemento primordial en los Tribunales de Justicia ya que pueden hacer que la balanza se decante por un progenitor u otro en caso de que no haya acuerdo entre las partes y se llegue a un procedimiento contencioso.
En este tipo de investigaciones nos centramos en observar y probar si existen costumbres por parte del padre o la madre que no sean las adecuadas para un menor o que demuestren que existe negligencia o incapacidad para la educación de los hijos.
Cuando se investiga a uno de los padres para verificar su comportamiento durante el régimen de visitas o durante un día normal de custodia realizamos una vigilancia al progenitor y a su entorno, para ver si existe desatención o indiferencia hacia los menores ya que a veces se dejan al cuidado extraños o conocidos. En ocasiones la conducta del progenitor es tan negligente que logramos probar con facilidad que los menores se encuentran en situación de desamparo, en otras situaciones lleva mucho más tiempo demostrar algo consistente que se pueda presentar en el juzgado, pero normalmente cuando no se atiende debidamente a un menor es cuestión de tiempo que nuestras indagaciones lleguen a buen término. Curiosamente este tipo padres que son negligentes son los que más solicitan la guarda y custodia o la custodia compartida sólo por el hecho de hacer daño deliberado al otro progenitor y conseguir que esté el menor tiempo posible con sus hijos.
Síndrome de Alienación Parental (SAP)
El Síndrome de Alienación Parental se basa en la manipulación de los menores de manera que se originan en muchos de los casos situaciones traumáticas y consiste en el proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante diferentes estrategias, con objeto de destruir, obstaculizar o impedir sus vínculos con el otro progenitor, o lo que es lo mismo, uno de los progenitores manipula a los menores con el fin de que éste rechace al otro. Los menores son la moneda de cambio y el arma arrojadiza en la lucha entre los padres.
Nuestras investigaciones pueden ayudarle a demostrar que su ex-pareja manipula de alguna manera a los menores para conseguir ponerlos en su contra.
Medidas Provisionales
Una investigación de nuestros Detectives Privados en momentos previos a la adopción de Medidas Provisionales por parte del juez o tras solicitar una modificación de las mismas puede ser beneficiosa para sus intereses ya que es factible conocer determinados datos acerca de la vida cotidiana de su pareja como su actividad laboral o doméstica, visitas al médico, gastos reales en ropa, cumpleaños infantiles, medicamentos, gastos por actividades extraescolares, kilómetros recorridos al día, recogidas puntuales de los menores en el colegio u otros centros de actividad infantil, etc. En definitiva se le proporciona un informe que en muchas ocasiones es útil para desacreditar la información que aporta la parte contraria con el fin de conseguir la custodia de los menores o el máximo dinero en forma de pensiones.
Entrega o Intercambio de Menores
Muchos de estos encontronazos acaban en denuncias y acusaciones que acaban implicando, en ocasiones, a otros miembros de la familia como son los abuelos y otros familiares cercanos. Nuestro trabajo consiste en verificar y grabar en vídeo de manera oculta las entregas por parte del padre y la madre de los menores con el fin de poner de manifiesto los hechos ocurridos y que sirvan de prueba ante los tribunales por Testigos cualificados tal y como es el caso de los Detectives Privados.
Como centro de investigación dedicado a temas delicados como es el caso de la infidelidad y las separaciones familiares hemos considerado incluir entre nuestros servicios el de Ayuda Psicológica especializada. Este tipo de servicios se llevan a cabo por psicólogos y pedagogos especializados en rupturas y separaciones así como en psicología infantil, familiar y de pareja. En base al informe realizado por los detectives encargados de la investigación y a las necesidades de nuestros clientes o de sus hijos elaboramos un plan de choque para minimizar traumas y otros desórdenes psicológicos producidos por la separación de los progenitores,.
Ayuda Psicológica a menores
Los menores de edad, según sus edades y la relación con sus padres pueden llegar a tener una serie de trastornos importantes cuando llega el momento de la separación de los padres. Estos trastornos suelen ser relativos a depresión, casos de ansiedad y a su comportamiento para con los demás. Por ello hemos realizado un breve esquema de actitudes y efectos que puede observar en sus hijos menores de edad.
En caso de que no pueda manejar la situación con sus hijos no dude en ponerse en contacto con nosotros.
Efectos de la Separación en los Hijos
La separación supone un impacto emocional en el niño, que dependiendo de sus capacidades y grado de desarrollo mental y emocional, le hace enfrentarse a la ruptura familiar con estrategias más o menos eficaces. Las reacciones de los hijos no se pueden a priori predecir, aunque sí se sabe que existen algunas variables moduladoras y reductoras del daño psicológico, a saber:
Pueden y suelen ser las verdaderas víctimas de los problemas que tienen los adultos para resolver su crisis, pero a su vez pueden llegar a tratar de sacar partido de esa situación.
¿Cuándo es necesaria la orientación y el apoyo psicológico?
En hijos de menos de cinco años, las reacciones pueden ser de desconcierto y perplejidad, si se perciben regresiones y comportamientos anteriores más infantiles (hacerse pipí o caca otra vez) y un aumento de la dependencia, romper juguetes y cosas, es útil contar con el apoyo de un orientador, que ayude durante el proceso de cambio y adaptación a la nueva situación.Entre cinco a once años pueden reaccionar más con tristeza, quejas psicosomáticas, mutismo y retraimiento, necesidad y carencia afectiva, con fantasías de reparación, con conflictos de lealtades y con autoinculpación, sobre todo si ellos han presenciado y sido argumento de las discusiones y discordias matrimoniales. Si los síntomas se hacen intensos y empiezan a interferir en el desarrollo normal y en el día a día (rendimiento escolar, relaciones con amig@s, problemas de conducta en casa o colegio,… ), es cuando hay que plantearse pedir ayuda y orientación de un profesional.
Con edades superiores a los once años suelen estar en mejor disposición intelectual y emocional para atribuir los hechos a sus padres tendiendo menos a la inculpación o infravaloración personal, aunque puede darse conflictos de lealtad, miedos, depresión, soledad, aislamiento o alianzas…
En la adolescencia se pueden dar tomas de partido abiertas por uno de los padres, defensa y/o querer convivir con el padre ausente, alianzas con el padre que no quería separarse, temor a los asuntos económicos, dolor moral, lío y confusión, fantasías ético-morales, prejuicios, repulsión hacia un padre, repercusiones de la situación sobre su posible futuro cara al compromiso de pareja (miedo al compromiso, promiscuidad, relaciones afectiva pasajeras y superficiales, aumento de la infidelidad, etc.).
Por sexos parece que afecta más a los chicos en los aspectos comportamentales (mayores niveles de disrupción y agresión). Parece influir la actual configuración social de la distribución de roles por sexos que hace que sea más frecuente la relación madre-hijos y en donde la relación madre-hija podría ser en general más íntima y comunicativa reforzándose así los lazos afectivos en ambas, mientras en el varón esto puede ser más difícil a priori.
Fases del Proceso de Separación
Previa: Existe en la familia un conflicto abierto o solapado. Lo relevante para los individuos es cómo era el clima familiar en esa etapa. El impacto emocional de una situación que ha sido crónica en el tiempo dependerá en buena medida del tipo de emociones de los padres y de las actitudes y modos relacionales desplegados durante la convivencia.Separación en si misma: El proceso propio de la separación conlleva desequilibrios y desorganización en la dinámica familiar. Trae consigo un procedimiento legal, una necesidad de replanteamiento económico, una ruptura mayor o menor de la convivencia, cambios en los vínculos afectivos, repercusiones en el entorno familiar más extenso y de relaciones sociales.
En mayor o menor medida pueden aparecer en esta etapa un cierto grado de afectación o convulsión psíquica.
Posterior a la Separación: Se da un período de acomodación a la nueva situación que precisa ir estabilizándose y definiéndose. Para algunos autores esta etapa dura aproximadamente entre 1 y 3 años, aunque en algunos casos se puede cronificar durante mucho tiempo la etapa anterior. Pero es de esperar que los problemas emocionales y relacionales se vayan reduciendo.
Resolución: Se debe de producir un reajuste y superación de la situación. Cada miembro es de esperar que se reconstruya social y laboralmente y que afectivamente esté recuperado y estable estando ya diferenciado de la situación familiar rota y establecido como persona independiente, autónoma de la misma.
¿CÓMO PUEDO AYUDAR A MIS HIJOS EN EL PROCESO DE DIVORCIO?
Siguiendo los siguientes puntos como pauta dispondrá de información para poder ayudar a sus hijos en el proceso de separación o divorcio. En caso de que la situación supere su capacidad es el momento de recurrir a ayuda profesional antes de que las acciones se tomen demasiado tarde o no se lleguen a tomar.
1-. Motivar a los niños a hablar como se sienten, sobre el divorcio, sobre los papás. Hablar de las cosas buenas y de las malas
Los padres en proceso de divorcio, e incluso los ya divorciados, tienen que sentarse con sus hijos y animarlos a decir lo que piensan y sienten al respecto. El papá y la mamá, deberán dejar a un lado sus propios sentimientos. Los niños experimentan un sentimiento de pérdida de su familia y pueden culpar a uno o a ambos padres por lo que está pasando en su vida; por lo tanto, es importante estar preparado para saber responder a los niños con respuestas adecuadas a sus preguntas. Aún cuando la comunicación entre papá y mamá sea difícil, hay que darse un tiempo, para beneficiar a los niños, poniéndose de acuerdo sobre cómo van a hablar el tema del divorcio con sus hijos.
Si los padres sienten que se pueden alterar demasiado y perder el control, se le puede pedir a una persona de confianza que esté con los niños, para compartir y repartir la cargar emocional que supone hablar del tema. No está mal que los niños vean a sus padres tristes o molestos, pero ponerse demasiado sentimental puede hacerlos sentir responsables de los sentimientos de sus padres y que la ruptura de la pareja es culpa de ellos.
Si los niños necesitaran ayuda para expresar sus sentimientos sobre la separación, siempre resultará muy beneficioso contar con la ayuda de un orientador que les ayude, a través de juegos, dibujo y técnicas de conversación, a aclarar sus sentimientos y poner orden, para sentirse mejor consigo mismos y con la vida.
Es habitual que los niños tengan emociones opuestas respecto al divorcio. Pueden sentir culpa e imaginar que ellos causaron el problema (esto es más común en niños que escucharon a sus padres discutir acerca de ellos). Los niños más grandes y los adolescentes pueden sentirse enojados e incluso asustados o preocupados por su futuro.
A pesar de que los niños se pueden resentir la separación de los padres por un tiempo relativamente prolongado, la mayoría lo superan en el transcurso de 1 a 3 años. Durante este tiempo, algunos serán capaces de expresar sus sentimientos, dependiendo de su edad y etapa de desarrollo; otros pueden no decir nada verbalmente, pero tener reacciones exageradas o verse deprimidos.
La mayoría de los niños en edad escolar cuyos padres pasan por un divorcio, reflejan actitudes como aislamiento a la hora del recreo o falta de interés en actividades propias de su edad, pérdida de ilusión. Los niños más pequeños en ocasiones expresan sus sentimientos a través del juego y del dibujo con sus compañeros.
En ocasiones dan ganas decir a los niños que deben sentirse felices o ver las ventajas del divorcio para hacerlos sentir mejor, sin embargo, el forzar a un niño a sentirse mejor puede ser contraproducente y en ocasiones hasta ocasionar un mayor “encierro en sí mismo” o tapar la expresión de los verdaderos sentimientos, que son los que le hacen daño y afectan a su posterior desarrollo.
2-.Mantenga los conflictos entre adultos, lejos de los niños
Este es uno de los consejos más difíciles de lograr. Sin embargo, es importante evitar a toda costa, el decir palabras negativas sobre el “ex” en frente de los niños, o cuando estos estén cerca y haya posibilidades de que le escuchen. Es sorprendente como los niños, incluso los más inocentes, pueden darle una interpretación a estos pequeños comentarios. El escuchar comentarios negativos sobre su papá o mamá no es nada agradable para ellos.
Numerosas investigaciones revelan que uno de los principales factores que influyen en la recuperación de los niños del divorcio de sus padres, es la intensidad de conflictos familiares a los que estuvieron expuestos.
Es muy importante el que los niños sepan la realidad de lo que ocurrió en casa. Si uno de los padres simplemente se fue de la casa y se mudó a otra, es importante que los niños lo sepan. La mentira pone a los hijos a pensar y a tener una falsa esperanza del reencuentro de sus padres. No es necesario el explicar el comportamiento ni las razones de la pareja, pero sí el responder a las preguntas que los niños tengan, de forma concisa y natural.
3-.Evite usar a los niños como mensajeros de los padres
Aunque es tentador, evite en todo momento usar a los niños como mensajeros y vehículo de sus rencores y resentimiento hacia su "ex". Hay muchas otras formas para comunicarse con su ex pareja.
De la misma forma, evite cuestionar a los niños sobre lo que pasó cuando estuvieron con su papá o su mamá; a los niños les afecta el ser cuestionados y generalmente rechazan el ser “espías” de la nueva vida de sus padres. Siempre es preferible que la comunicación entre "ex" sea directa, sin utilizar a los hijos.
4-. Esté preparado; los niños mostrarán resistencia y pondrán dificultades para adaptarse a una nueva pareja
Las nuevas relaciones personales, las familias reconstituidas y los matrimonios posteriores son algunos de los aspectos más difíciles en un proceso de divorcio. El cambio y la adaptación a una nueva familia es un proceso difícil para algunos y necesita un tiempo de ajuste.
Mantener las líneas de comunicación abiertas, permitiendo tiempo personal padre – hijo(a) o madre – hijo(a), así como el estar atento a los signos del estrés puede ayudar a prevenir el desarrollo de problemas posteriores.
Busque ayuda. Encuentre formas de reducir el estrés en la vida familiar
El apoyo de amigos, familiares y grupos especiales para madres o padres solteros, pueden ser de gran ayuda para ajustarse al divorcio. El que los niños conozcan a otros niños de su edad que pasan por su misma situación les puede ayudar a desarrollar adecuadas relaciones sociales, a desechar su sentimiento de culpa y a confiar en sí mismos.
Sea cual sea la situación de los padres, se debe de fomentar una imagen positiva de ambos padres ante los hijos, aunque papá y mamá ya no están juntos, los hijos tienen un papá y una mamá que les quieren. Incluso cuando el divorcio se da de forma amigable, los niños sufren esta separación y necesitan tener la menor cantidad de información negativa sobre sus padres para adaptarse rápidamente a su nuevo estilo de vida.
Los padres no pueden olvidarse del cuidado de sí mismos. Necesitan encontrar formas para sentirse en paz consigo mismos y relajados. Los niños captan la situación interna de los padres y mientras más contentos los vean y perciban, mejor se sentirán.
Ante cualquier duda póngase en contacto con nosotros, la primera consulta es gratuita.